martes, 14 de agosto de 2012

Parte seis del relato sin nombre ni dirección... Sin título xD


Muros imponentes de basalto que parecía brillar con negritud acusadora flanqueaban el pasillo, hacia donde se situaba la sala donde esperaría a ser llamado. G sentía flaquear su decisión. No están construidos de mineral, sino de fallas humanas sumadas hasta erigir una mole de acusación y vergüenza. La codicia permitió cabalgar por entre los distintos mundos una Corporación cruel, y la indiferencia los ha fortificado. Es el mal corporizado. Irresisitible, cerniéndose sobre cada pobre diablo que pasa por aquí. No soy inocente, pero no merezco tal castigo. Ayer soñe con esto, una horrible pesadilla, pero sólo eran imaginaciones. El temblor de manos, la garganta seca y palpitante, el sudor...es un sufrimiento físico.Es una angustia que llega a los nervios desde la más simple quietud que susurra amenazas. Ojalá no estuviera aquí.

La sala era simple, sillas y pared blanca. Los cambios de luz se reflejaban en sus texturas y G se sentía atrapado entre un lugar en el que no quería estar, pero mientras estuviera allí, no estaría en el otro, que temía. Y podrían llamarlo en cualquier momento. Trató de respirar rítmicamente para tranquilizarse, evitar el movimiento aleteante de sus manos crispadas, dominar su sudor copioso. Pensaba en los jardines monásticos donde se refugió su familia tras el desastre, sus deseos de elegir un camino distinto, el festival de la sangre y el sufrimiento convertidos en comodidades y lucros lejanísimos. Su papel inconsciente...y no sabía si culpable o no. Sus deseos de olvidar, cambiar, buscar, regenerarse, huir. Y la luz blanca de la pared agonizaba y trataba de revitalizarse a veces. Y sus filos cambiantes sonaban a culpa y castigos.

El tiempo seguía embistiendo su entereza con tesón. Cada segundo se sentía volando, realizando extrañas piruetas para evitar la ferocidad de una reunión a la que no quería acudir y que adoptaba el nombre de un destino prefijado antes de que su propio planeta hubiera sido formado. Había tropezado en medio de su vuelo y caído en una trampa. La niebla había oscurecido sus ojos. Y el fuego había quemado, y lo seguía haciendo con saña, cualquier amago de resistencia... ante su propia empresa, en la que había entrado con sueños e ingenuo (Ingenuo significa nacido libre, recordó. En otro momento, hubiera sonreído con el recuerdo. Esta vez parecía otro oscuro presagio más) Era una tormenta interior que arreciaba con tal violencia que llegó a desear que llegara su turno, para encaminarse al sufrimiento como quien corre hacia su esperanza. Pero ese mal materializado que lo mantenía inerme, parecía no llegar a su fin, y nunca llegaría, de algún modo. Sin embargo, algún fallo en el cálculo del tiempo permitió que, tres o cuatro veces pensado, estos sentimientos se aliviasen, y su mente se abstrayera de la intensidad del acecho que había sentido ¿Querrían que estuviese con la guardia baja ante sus amables acusaciones llenas de veneno aunque aparentemente condescendientes? Supuso que sí. Y se sintió más fuerte. Aunque sabía que era una sensación transitoria que sería desmentida cuando fuera llevado ante la comisión, de una jerarquía mínima y una rigurosidad máxima, acuciada a su vez por otras comisiones superiores..a su vez lejanísimas en jerarquí y poder del verdadero Consejo.También el mal es banal, se permitió ser cínico (¿había sustituido su inmadurez por ello, o la había disfrazado?, y quienes me castigarán está llenos de rencor, miedo y amargura hacia otras sombras parecidas. Y de nuevo eso le envalentonó brevemente.

Fue un sonido breve, y una mirada huidiza de otro de los sirvientes de la Compañía. De talla normal, flaco y tieso de hombros, como un gato resabiado y temeroso. Esa breve impresión lehizo sentir por él un fugaz relámpago de simpatía, aun con su bigotito fruncido por su labio superior y sus gafas pretendieran distanciarse de él y sus problemas. No se veía la cara, pero la suponía angustiada y ansiosa de comprensión. El sirviente, con su camisa oscura y su chaqueta gris, le guió rápidamente a lo largo de pasillos fríos y mal iluminados. El eco de los pasos resonaba como percusión de una caja arrugada y defectuosa. Llegaron a una puerta, y al pasarla, esperaron un ascensor lejano. Estaban en el sótano. La puerta se abrió, y bajaron aún más.

-Espero que entienda que mi actuación es puramente profesional- dijo su guía. La repentina afirmación sorprendió a G, que trató de sonreír. Él también era alguien atrapado. Y eso significaba que era su compañero- y que tengo que advertirle de que toda su comparecencia será grabada. Deberá guardar el debido respeto a todos los miembros de la comisión, y hablar sólo en caso de que se le conceda la palabra. La compañía se reserva el derecho de llamarlo a usted todas las veces que considere necesario. y las informaciones sobre las que se le pregunte proceden de un exclusivo anonimato. No pregunte acerca de quienes las proveyeron. Responda de manera clara. Tras la comparecencia, se le informará de si puede volver a su puesto, o será cambiado, o separado del mismo.

Aturdido, asentía. Antes de poder entablar conversación con él, había vuelto a su costado, mirando como el pasillo se alargaba, y las luces se encendían brevemente a su paso para enseguida desaparecer. Había una puerta a la izquierda. Entraron, subieron otra escalera y G supo que la siguiente, más amplia, era aquella tras la que sus temores y esperanzas esperaban. El sirviente llamó, y una cara inexpresiva le miró, como si fuera una estatua defectuosa. Los rasgos duros y picudos de su cara y su pelo escaso debían servirle para dar una bienvenida adecuada, pensó G. Ahora que llego a lo que me aterroriza, me encuentro divertido como pocas veces. Y no sé si es una forma de voluntad de resistencia o destrrucción. Si había abierto la puerta, era el menos poderoso de todos. Cuando entró, el silencio se imponía. Tuvo que sentarse alejado de una mesa ovalada alrededor de la cual, 7 personas hablaban de él y con él sin mirarlo.

"Hemos recibido informes muy desfavorables de su actitud, 2045678MYRX" empezó una voz femenina con tono cortante... Y entonces supo que allí empezarían sus problemas.

22 comentarios:

  1. Un mundo encerrado, una distopía. Demasiadas veces veo un futuro parecido (o un presente, tras las cortinas de colores). Gran descripción de una arquitectura onírica, kafkina, ahogante.
    ¿Será eso el poder en el futuro? Algo lejano y cortante.
    Saludos.

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    1. Gracias...aunque me temoque el futuro está ya casi aquí. Aunque con arquitectura más amable, al menos ;)

      Gracias por pasar, ¡un abrazo!

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  2. Pues desde hoy te sigo Explorador (si quieres seguir mi blog, lo puedes ver en mi perfil), interesante relato que combina muy bien el suspense con un ambiente futurista!

    Un saludo!

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    1. Hola, Juan, y muchas gracias, espero que te encuentres a gusto aquí. Un saludo :)

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  3. ¡Me has dejado de piedra, Explorador! Tienen mucha fuerza estas líneas tuyas. Según lo iba leyendo, me he acordado de "Blade Runner".

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    1. Vaya, gracias, sobre todo por la referencia, es una de mis pelis favoritas ;)

      Un abrazo :)

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  4. Tiene como cierto tufo a Blade Runner (coincido con Zambullida plenamente), con mucha psicología interna de G (que a día de hoy no sé todavía quién es, y mira que le conozco bien, pero no sé quién es, jejejejjee). Me gusta todo lo que divaga el personaje, ¡y cómo dejas el capítulo donde más interesante se pone, cabrito!

    :DDDDD

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    1. No se me ocurría como continuar, y ya era bastante largo como para aburriros a todos ;P Muchas gracias por pasar y comentar.

      Un abrazo :)

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  5. Me gusta, una mezcla entre "El castillo" de Kafka y "Blade Runner" como ya han apuntado certeramente.
    Tendré que seguirte!! saludos :)

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    1. Vaya, muy generoso por tu parte. Me alegra que te haya gustado, gracias por seguirme :)

      ¡Saludos! :)

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  6. Aquí me tienes desde hace una hora poniéndome al día contigo...porque es que tú cuando te pones te pones...jaja Me quedan sólo dos días de estancia de vacaciones y hoy he amanecido contigo Besotes

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    1. Me alegra mucho saberlo...pero aún más verte de vuelta. Un abrazo grande, y que la vuelta al trabajo haya sido buena.

      Un abrazo :)

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  7. Que qué me parece. No lo sé. Te leo y a veces tengo la sensación de ir ahogándome en un mundo del que no puedo huir.
    Necesito leerte de nuevo. A ello voy.
    Me gusta.

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    1. Gracias por la paciencia ;) y por el comentario.

      Un abrazo :)

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Pues si, me hiciste recordar cómo siente un replicante, su halo de mistica tristeza mezclada con un alma fria que lucha por emociones. Muy buen texto pero voy a ir mirando a ver si me sorprendes más.

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    1. Espero sorprenderte para bien, entonces, muchas gracias :) Y me gusta tu definición del sentimiento de G.

      ¡Un saludo!

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  10. La sensación de desasosiego, el sutil horror implícito en cada palabra, lo claustrofóbico del asunto me recuerda La Música del Azar.

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    1. No he leído ese libro, aunque estoy seguro de que la comparación es muy generosa ;) Así que muchas gracias.

      Un abrazo :)

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  11. Me encanta tu forma de escribir, a través de tus palabras, de tu fluida escritura, me envuelves y guías a otros mundos que siempre consiguen atraparme.. entre otras muchas de tus grandes virtudes, la escritura, es, desde mi parecer, el arte que mejor dominas, con el que expresas y transmites a la perfección..
    Aqui me tienes de nuevo, amigo.. para seguir disfrutándote..
    Un besoteeeee ;)

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    1. Y a mí me encanta verte de nuevo por aquí, y leerte también. Muchísimas gracias, un abrazo, ¡y hasta pronto!

      Un abrazo :)

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  12. Esta temporada estuve un poco alejado de nuestro mundillo blogero y, con retraso, leo tu relato. Siento no sacar una conclusión clara de él, sí el sentimiento de ser aturdido y magullado por muros de palabras que se desploman dando lugar a unas formas que no acabo de entender.
    Un abrazo al constructor de ésos muros.

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