lunes, 28 de diciembre de 2020

Libros de un año cruel. La lectura y la vida, 2020.



Dicen que Abril es el mes más cruel y este año ha sido el más ávido de sangre y despreciativo de nuestra debilidad. De nada sirve la tinta contra lo que no deja huella; sin embargo, quizá la más alta función de la cultura es recordar quienes somos para vestirnos de  una sobria dignidad contra el dolor de lo que no perdona.

Personalmente, no ha sido mal año lector. Las circunstancias especiales de soledad y rabia lo han hecho más factible, más deseable y un mejor consuelo. Ruego que el año que llega no añada circunstancias especiales a su cosecha. La vida exige un cuidadoso balance entre lo que se realiza y lo que se piensa.


Enero, 

Bizancio, de Judith Herrin. Ha sido un enigma voluntario, un lugar de orden, pasión y boato denigrado por la propaganda de sus enemigos naturales y los que competían con él por la primacía del mundo antiguo y cristiano luego. El estupendo trabajo de Herrin enfoca temas que desgrana con agudeza y ritmo. De su mano, viajamos en un fastuoso carro de siglos sobre el mar de una verdad que quiz an resplandezca en las aguas que llevan a Oriente. Para leer cuando el sol despierta.


Bizancio-Constantinopla-Estambul constituye uno de los parajes naturales más extraordinarios. Como Nueva York, Sidney y Hong Kong, es una gran metrópolis con un puerto de aguas profundas que lleva el mar al corazón de la ciudad. La proximidad del agua, el juego de la luz del sol en las olas y las vistas en dirección al horizonte crean una luz de una cualidad muy especial. Lo que atrajo a Constantino cuando buscaba una nueva capital para el Imperio romano a comienzos del siglo iv de nuestra era fue una situación desde la que podía controlar las rutas marítimas y terrestres entre Asia y Europa. Encontró un lugar adecuado con un puerto resguardado en el Cuerno de Oro, que podía cerrarse con una cadena para impedir la entrada de barcos enemigos y proteger a los propios de las peligrosas corrientes del Bósforo. Se creía que el faro conocido como la Torre de la Doncella marcaba el lugar donde, según cuenta el mito de Leandro de Grecia, este se lanzó a nado hacia su amada Hero (una confusión entre el Bósforo y los Dardanelos). Hoy sirve de guía a los petroleros rusos.


Febrero

La gran gripe (John M. Barry)/El mapa fantasma (Steven Johnson). Los temas del tiempo atraen otros similares. Quizá sea el impulso humano de buscar un orden, un patrón que, desentrañado, lograría evitar el dolor. Estos dos libros tienen en común dos cosas. Explican la parte de orden y la de desorden que conforman la vida y la historia en un intrincado bucle y el heroico esfuerzo y el invisible grito de tantos, que nos han hecho mejores. Además, ambos son estupendos. Para leer poco después de despertar y recordar lo poco que somos y lo que podemos llegar a ser, por los otros.


La búsqueda de agua potable se remonta a los orígenes de la civilización. (La) mayoría de la población del mundo actual desciende de aquellos primeros bebedores de cerveza, y hemos heredado en gran medida su tolerancia genética al alcohol. (Bebían) los residuos liberados por las levaduras con el fin de poder beber sus propios residuos sin riesgo a morir masivamente. (La) epidemiología como ciencia estaba todavía en pañales (en 1854), y aún no se habían establecido muchos de sus principios básicos. (John) Snow moriría sin haber logrado dar con aquel agente del cólera en cuya identificación había invertido tantos años de su vida». Filippo Pacini publicó ese año «la primera observación de Vibrio cholarae.


En 1918, la Gran Guerra llevó a Paul Lewis a la Marina, en calidad de capitán de corbeta, pero él nunca se sintió a gusto dentro de aquel uniforme. No le ajustaba bien, no se le acomodaba, y normalmente se aturullaba y no respondía adecuadamente cuando los marineros lo saludaban.

A pesar de todo, Paul Lewis tenía alma de guerrero e iba en busca de la muerte.

Cuando la encontró y se enfrentó a ella, la desafió y trató de clavarle un alfiler como habría hecho un lepidopterólogo con una mariposa, para así diseccionarla, trocearla, analizarla y encontrar la manera de confundirla. Lo hizo tantas veces que arriesgarse se convirtió en rutina.

Aun así, la muerte no se le había presentado nunca como lo hizo a mediados de septiembre de 1918. Presenció filas y filas de hombres tendidos en una sala de hospital, muchos de ellos ensangrentados, que morían de una forma nueva y horrorosa.


Marzo

Fahrenheit 451, Ray Bradbury. Es este un clásico que me avergüenza no haber leído antes. Lo compensa el inmenso disfrute de su descubrimiento. Una reflexión sobre el asombroso poder de la cultura, una narración sobre el oido y su reverso el miedo y una elegía a un mundo que olvida todo por el próximo, ínfimo destello. Una épica de la rebelión más ardua, la que necesita el coraje de atreverse contra uno mismo, sostenida por una historia bien construida y bien contada. Para leer antes de la hora del almuerzo y recordar su afilada, y acertada,creo, reflexión sobre el mal y el peligro de los espejos, hoy ubicuos.


…después de todo, cuando tuviésemos todos los libros que necesitásemos, aún insistiríamos en encontrar el precipicio más alto para lanzarnos al vacío. Pero necesitamos un respirador. Necesitamos conocimientos. Y tal vez dentro de un millar de años, podríamos encontrar barrancos más pequeños desde los que saltar. Los libros están para recordarnos lo tontos y estúpidos que somos. Son la guardia pretoriana de César, susurrando mientras tiene lugar el desfile por la avenida: «Recuerda, César, eres mortal.

Abril

Una Odisea, Daniel Mendelshon. Este escritor es una debilidad personal. Consigue combinar enseñanzas lejanas en textos antiguos (de la sabiduría judía o de la clásica, los pilares de la nuestra, si es que existe) con reflexiones personales y cotidianas. Ilumina los temas que trata con una luz serena y una perspectiva personal y despojada de afectaciones histriónicas. Para leer cuando cae la tarde con una luz desusada, ocurre a veces.


Un hombre llegará muy lejos navegando y ganará tesoros, pero los perderá antes de volver. Su hijo mientras tanto crecerá sin él y tendrá que buscar otros modelos que ocupen el lugar del padre ausente. El silencio entre ellos se superará sólo cuando empiecen a hablar de Homero, en el doble relato de la educación de un hijo.


Mayo

Job, Joseph Roth. No hay muchos escritores dotados con el absoluto don de narrar. Por extraño que parezca, así lo creo. En estos tiempos se siente más, dado que todos parecemos impresionar o cautivar más que gustar. Supongo que impresionar es ganar, someter al gusto es perder. Y vivimos una era deportiva y búsqueda de registros. Joseph Roth conmueve hasta el fondo del alma con la historia de una vida cualquiera, azotada y bendecvida por los mismos azares displicentes que nos gobiernan a todos...pero cada uno es alguien distinto, el punto nico e irrepetible donde todas las experiencias del mundo y sus ausencias se vierten en un único caliz. Es una novela ardiente sobre la fe y la desdicha, el silencio de Dios y la luz que se escapa. Para leer un mediodía de claridad. Dios bendiga a Mendel Singer. 


Y ante los pálidos reflejos de la Casa Blanca se quedaba pegado como una pobre mancha gris. Mendel ya era demasiado viejo para contemplar esto y aquello con los ojos abiertos. Creía lo que le decían sus hijos de que América era la tierra de Dios, Nueva York la ciudad de los milagros y el inglés la lengua más hermosa. Los americanos eran gente sana. Las americanas, bonitas. El deporte, importante. El tiempo, valioso. La pobreza, un vicio. La riqueza, un mérito. La virtud, la mitad del éxito. La fe en uno mismo, un éxito completo. El baile, higiénico. Patinar sobre ruedas, una obligación. La beneficiencia, una inversión de capital. El anarquismo, un delito. Los huelguistas, enemigos de la humanidad. Los agitadores, aliados del demonio. Las máquinas modernas, una bendición del cielo. Edison, el genio más grande. Pronto los hombres volarán como pájaros, nadarán como peces, verán el futuro como los profestas, vivirán en una paz eterna, y en perfecta armonía construirán rascacielos que llegarán hasta las estrellas.


Junio

El corazon de Inglaterra, de Jonathan Coe, autor que desconocía y me ha convencido. Presentada como la novela del Brexit, presenta seriamente personajes inmersos en dudas y las decisiones que esas dudas motivan, socavando generalmente lo que aman, como solemos hacer. Para leer antes de ver las noticias.


Benjamin apagó la radio sin dar explicaciones. Durante un rato siguieron en silencio.     

 —Ella no soportaba a los políticos —dijo Colin, haciendo emerger de pronto algún tren subterráneo de su pensamiento y sin necesidad de especificar a quién se refería con lo de “ella”. Habló en voz baja, impregnada de remordimientos y emoción contenida- Opinaba que eran todos unos impresentables. Todos unos corruptos, del primero al último. Que amañaban sus gastos, no declaraban los intereses que cobraban, mantenían media docena de trabajos incompatibles... Benjamin asintió, recordando que de hecho era el propio Colin y no su fallecida esposa quien estaba obsesionado con la venalidad de los políticos


Julio

El viejo y el mar, Hemingway. Otro clásico tardío y que he disfrutado mucho. El famoso estilo de Hemingway, que me dejó frío en otras novelas, resalta en esta parábola simple que presta emoción a la aventura de un derrotado que nunca se rendiría. Una canción de amor al olvido que prodigaremos y, al final, seremos también. Para leer de buena mañana, en un rato de paz y buen humor.


Entonces empezó a sentir lástima por el gran pez que había enganchado. «Es maravilloso y extraño, y quién sabe qué edad tendrá —pensó—. Jamás he cogido un pez tan fuerte, ni que se portara de un modo tan extraño. Puede que sea demasiado prudente para subir a la superficie. Brincando y precipitándose locamente pudiera acabar conmigo. Pero es posible que haya sido enganchado ya muchas veces y que sepa que ésta es la manera de pelear. No puede saber que no hay más que un hombre contra él, ni que este hombre es un anciano.


Agosto

Diez negritos/Ya no quedó ninguno, de la maravillosa Agatha Christie. Polémicas aparte acerca de su título, refleja las asombrosas virtudes de esta autora:la vivacidad de su prosa, su fuerza narrativa y la capacidad de decir lo máximo con lo mínimo, respetando y hechizando al lector. Para leer en la cama poco antes de dormir.


"Hasta el fiscal le había cumplimentado por su presencia de ánimo y serenidad. En suma, el juicio le fue favorable del todo. La misma señora Hamilton, le había testimoniado su gran bondad; solamente Hugo...Pero ella no quería pensar en Hugo. De súbito, a pesar del calor sofocante del departamento, se estremeció y deseó no ir ahora hacia el mar. Un cuadro se dibujaba con toda claridad en su mente. Veía la cabeza de Cyril subir y bajar de la superficie del agua nadando hacia la roca. La cabeza subía y bajaba..., aparecía y se sumergía..., y ella misma, Vera, nadando vigorosamente en su auxilio, pero sabiendo demasiado bien que no llegaría a tiempo... El mar..., sus aguas profundas, calientes y azuladas..., las mañanas pasadas tendidos sobre la arena...y Hugo..., Hugo...que le había dicho que la amaba."


Septiembre

A propósito de nada, Woody Allen. Una autobiografía artística quizá resulte innecesaria y una personal, demasiado sordida y ávida de justificaciones, reproches y coartadas. Bien, el talento de Allen desbarata todas las dudas. Es un gran escritor y sabe contar, donde centrarse y donde pasar rápido, combinando referencias cultas con humor básico y jovialidad, si puede ser jovial un octogenario obsesionado con ser inmortal y poder seguir pagando la renta y la luz hasta que el ángel nos despierte a todos. Las escabrosas páginas relacionadas con su relación con Mia Farrow y sus pleitos no me resulta agradable ni me ayuda a conocerle...pero deseo que tenga razón, admito. Para leer en una sobremesa agradable, pensando en que uno podría tener una enfermedad incurable en ese mismo momento y sin embargo, posiblemente es solo una digestión pesada.


“Yo era un holgazán que no encontraba nada divertido en abrir un libro ¿Y por qué iba a hacerlo? Las radios y el cine eran mucho más excitantes”, escribe este hombre que asegura haber despreciado siempre la realidad mientras anhelaba la magia, que practicaba de pequeño. Polifacético personaje que escribió chistes para periódicos antes de convertirse en guionista, cómico y director de culto. “Si bien algunas (de mis películas) son entretenidas, ninguna de mis ideas bastaría para establecer una nueva religión. [...] Siempre buscando esa combinación que me haga sonar mejor, sigo apestando. Soy como un jugador de tenis de fin de semana que se enfrenta a Federer y Nadal. Lamento decirlo, pero no tengo lo que se requiere: oído, tono, ritmo, sentimiento. Y, sin embargo, he tocado en público en clubes y salas de concierto, en teatros de ópera de toda Europa, en auditorios repletos en Estados Unidos. Y todo porque puedo sacar partido de mi carrera en el cine”.


Octubre

La invención de Jesús de Nazaret, de Fernando Bermejo. Parece ser indiscutible que hubo alguien en el Israel del siglo primero que desafió a Roma y propuso una nueva interpretación de la Ley Mosaica. Todo lo demás, son amagos de hechos y reinterpretaciones que han conducido al personaje quizá más relevante de la Historia humana. El autor muestra una erudición majestuosa e impresionante y un claro análisis de juicio para ayudar a esclarecer hechos, mitos y revelaciones posteriores en la construcción de la figura del Salvador. Respetuoso y firme, vislumbra el dictamen de Nietzsche: conocer el origen histórico de una gran idea siempre resulta en una impresión de herejía.  Para leer cuando la mente necesita su piedra de afilar. 


En tiempos del emperador Tiberio, un judío que predicaba la llegada del reino de Dios fue crucificado en Jerusalén por orden del prefecto romano Poncio Pilato. Este fue el inicio de un proceso que acabaría presentando a Jesús como un ser divino. Que esta glorificación prosiga hasta hoy exige del pensamiento crítico un exhaustivo ejercicio de examen y estudio. ¿Cabe distinguir la realidad del relato heredado? ¿Tienen algo en común el Cristo de la tradición y el Jesús que la investigación histórica desvela? ¿Cómo se explica la divinización del personaje en la cuenca mediterránea del siglo I? ¿Es posible hallar un sentido a la proliferación de obras sobre el «Jesús histórico»?


Noviembre


Jugarse la piel, de Nassim N. Taleb. Taleb me resulta interesante pero a veces excesivo. Su inteligencia y sentido crítico están fuera de duda, pero en ocasiones debe aplicarlo en cierta medida a su propio método, diría. Su ampliación del campo de batalla resulta tan extensa que el filo de su sable se mella. Sin embargo, su idea me parece buena. Simplificándola, podríamos decir que hay una asimetría que conduce muchas veces al desastre porque quien toma decisiones y sostiene opiniones no debe pechar con ninguna responsabilidad si éstas fracasan,a la vez, otros sufrirán las amargas consecuencias. Creo que es una advertencia muy pertinente hoy y deberíamos profundizar en ella. Para leer cuando comienza a oscurecerse el cielo.

Solo puede haber evolución si hay riesgo de extinción. Si no nos jugamos la piel no hay evolución (…) Nunca convencerás del todo a alguien de que está equivocado; solo la realidad podrá hacerlo. Pero a la realidad no le importan los argumentos ganadores: lo que importa es la supervivencia. La maldición de la modernidad es que cada vez estamos más colonizados por una clase de personas cuya capacidad para explicar las cosas supera a su capacidad de comprensión.


Diciembre

El buen soldado, Ford Madox Ford. Es una novela delicadamente atroz sobre la tragedia más grande. La falta absoluta de pena para afrontarla, el embotamiento moral y emocional al que conducen las guerras y las crisis. Conviene no olvidarlo. En un marco frívolo y luminoso, Ford cuenta sobre vidas que se pierden irremediablemente en un marasmo sin piedad ni gozo, la angustia de unos personajes que desean gritar y han olvidado como hacerlo. Hermano de la lucidez sin alivio de El gran Gatsby, para leer cuando cuesta dormir y hay que preguntarse que hacer para conseguir la vida.


Esta es la historia más triste que jamás he oído. Habíamos tratado a los Ashburnham durante nueve temporadas en la ciudad de Nauheim con gran intimidad... O, más bien, habíamos mantenido con ellos unas relaciones tan flexibles y tan cómodas y sin embargo tan íntimas como las de un guante de buena calidad con la mano que protege.


No querría terminar sin citar la fabulosa reinvención del mito de Don Quijote por Salman Rushdie, como el caballero español preguntándose donde están la realidad y el amor, viajando en torno a una superpotencia desquiciada y frágil, los relatos afilados e inventivos de Ted Chiang en Exhalación o la finura divulgativa de Alfredo García en La Energía nuclear salvará el mundo.

Sigamos leyendo, para vivir más vidas, y sigamos viviendo, para abrir más puertas. Salud y coraje para todos, y buenas lecturas por venir, también.



sábado, 7 de noviembre de 2020

Mensajes del futuro pasado.

 Vimos caer la lluvia y cerramos los párpados. Habíamos nacido al sol duro y justo del sudor y el pan. Nos levantábamos con la aurora para amasar el día y sacar de él el sustento que necesitamos para vivir. Y ese sustento es la verdad misma. Nada vive sin verdad, y por eso el poblado perdió color hace anyos. Hemos visto tanta pasión que escapaba de nuestros labios dolorosos como una fruta fresca, pero tras su suave hálito no quedaba nada. La tierra se agostó y el agua no caía ya sobre la tierra roturada, sino sobre el yermo satisfecho de sí.

Vimos correr el viento y volvimos la mirada. Antes de que la podredumbre se instalase, el espíritu del cierzo avanzaba noticias que eran demasiado desagradables para confrontar. Perdimos fuerza en el brazo y la ganamos en la lengua, siempre presta a herir. Nos revolvimos contra la pureza y abrazamos lo que nos servía, hasta que nos encadenó.

La verdad es aquello sin lo que uno no puede vivir, que marca la respiración y el paso. La verdad es la vida misma. 


Nota fechada en 2028, encontrada en el parque de San Genaro y conservada en el Museo de la Humanidad, sito en Tokio, año 3124 

sábado, 21 de marzo de 2020

La eternidad


Aquí tienes, a los pies de tu altar
Postrado y vencido al momento. Contempla tu cariátide,
Silenciosa y blanca, su perpetua agonía.
Desprecia sin emoción la lucha de un anhelo
Entre las fieras fauces del inacabable olvido
Que allana sin esfuerzo las cumbres de los días.
Luchan algunos por fijar su deseo. Tú, madre del tiempo
Ajustas las horas vanas e impones tu paso, tutelar y sombrío.

Haces un ramo del devenir constante
Con el que el firme paso se recrea en arder;
Tú, madre de la esencia, haces de ellos soplo
Y al calor de su grito, los demás se desvelan
Por dejar su huella en el aire cruel del instante
Como fingiendo no saber.

¿Nunca has posado las manos sobre las sienes cansadas
De aquellos que aún ayer pretendieron vencerte?
Acaso son solo ecos de voz ronca y aromas de amargor
Que en los brazos para caerlos divertida viertes
Pugnando en las tinieblas para contemplar tu cara
Porque desean aspirar tu secreto sabor
Para deshojar por última vez la flor de la esperanza.

Y tú, envuelta en misterio y con carne de mármol
Das al desastre nuestro amor y nuestra sed de verte
Contemplando a tus hijos con tus ojos de piedra
Y esparciendo corazones en el mar helado, de donde nadie vuelve.

Mas sabe que el alma que puede hablar con la madrugada
Y siente en sus labios un perfume de vida y de fulgor altivo
No cerrara los ojos contra tu mirada desdeñosa y apagada
Y a su postrero segundo, encenderá en tus ojos su brillo.

Allá la eternidad al día habrá sumado
Otra onda más en el estanque de la laguna
Oscura y fría que nunca se embravece
Y en la pausa sin prisa, inconcebible y ardiente
Las sombras que seremos también serán llama en su impulso bravo
Y serán para siempre.


 


martes, 14 de enero de 2020

La lectura o la vida. 2019.

12 libros durante el 2019 que me hicieron pasar mejor mi tiempo. Aquí os dejo algunos.


Enero

Kafka en la orilla/La muerte del comendador. Haruki Murakami crea mundos con la solidez de lo real y la extrañeza de los sueños para mostraros la magia imaginaria de lo que somos. Para leer en la duermevela, antes de viajar hacia nuestro propio enigma.

Febrero

La imaginación conservadora. Ayer murió Roger Scruton, admirable filósofo conservador. Gregorio Luri sigue su senda sensata y luminosa para mostrar las virtudes de una concepción de la vida frecuentemente denostada. Para leer en el silencio de la mañana. Es muy fácil destruir algo hermoso y bueno, y lleva mucho tiempo crearlo.

Marzo

El castillo de los cárpatos. Verne imagina un amor grandioso y terrible y desentraña su poder maligno con la ayuda de sus dos aliados habituales; el conocimiento y el coraje. Para leer con la embriaguez de la aventura que las primeras capas de la noche alientan.

Cripta capuchinos

Abril

¿Que pasaría si..?

Si alguna vez te has preguntado si eres "normal", como todos, este puede ser tu libro. Como celebrar la curiosidad humana en un éxtasis de absurdo y buen humor. Para leer cuando todo parece mentira.

Mayo

La batalla de Occidente. La mayor estupidez de la historia europea, acaso humana, narrada sin concesiones, con las fanfarrias que anuncian sangre y olvido. Para leer en las noches frías, cuando lo que nos falta anuncia lo que ya debe viajar con nosotros para siempre.


Junio

Tiempo de magos, la historia convulsa del siglo XX a través de cuatro filósofos que asumieron que pensar era adentrarse en el peligro y pagaron su precio. Nosotros, más sensatos, nos dejamos ir en la corriente insensible de trabajos y pesares para conservar lo poco que perderemos. Para leer a mediodía y pensar con el sol del bien y el peligro.

Julio

Humanos, una divertida recolección de idioteces y delirios, si es que pueden ser diferenciados, que han hecho de nuestra especia lo que es, unos primates con un agrio sentido de su propia valía que las circunstancias se esfuerzan repetidamente en desmentir.

Agosto

Fuego y sangre. George RR Martin se embarca en una historia general de Poniente que se memoriza en la Ciudadela. Curiosa y narrada con pulso, acaba adoleciendo del mismo defecto de su saga cuando se simplifica. Ignora el sufrimiento de la gente corriente mientras los grandes señores juegan al perverso juego de tronos.

Septiembre

Voces de Chernóbil. Una estremecedora crónica de los numerosos sufrimientos que se esconden tras las tragedias a las que asignamos estadísticas para compensar su inconcebible dominio sobre nosotros.

Octubre

El diamante de Monfleet. Una grata aventura de ron y mar, al estilo de Stevenson que es la historia de una amistad valerosa, uno de los mas gratos nombres del amor.

Noviembre

Una odisea. Una hermosa búsqueda de la figura del padre entre Homero y una familia judía occidental de nuestros días. También es una convincente representación de la la vida como un viaje que solo acaba cuando nos agotamos tras la persecución de lo que ya tuvimos.

Diciembre

Serotonina. Una gamberrada made in Houellebecq en la que la vida mediocre de todos nosotros es puesta bajo la lupa del enésimo alter ego del autor, sardónico  y nihilista.


En fin, estas doce me han parecido estimables. Espero que os interesen.

martes, 5 de noviembre de 2019

Del estado del mundo. Un boceto simple. II, Los otros.

El estado actual del mundo se reduce básicamente a la búsqueda de la virtud incesante. Es una pelea personal entre el individuo y un mundo abyecto que pelea por superarla, de modo que la radicalización constante de explosiones emotivistas crea un santuario de belleza moral en el que los hombres no son felices. Porque desean la soledad en su esencia y la compañía para desplegar su exhibicionismo ético. En su competencia por el liderazgo, todos desean el cambio ajeno y no parecen apreciar el cálido aliento del cambio irreversible. Nada importa; todo pasa. El aliento humano se enroca en los deseos negados durante las horas agrias. Algo de paz, algo de compasión y un gesto amigo. Dejar de opinar sobre todo y dejar un capa superflua en el mundo para creer en algo y compartir dentro el fuego que, se intuye, forma la vida conectada de los seres y las cosas.

Lo que hace negar lo que de común hay en el otro acecha, sin embargo. La ideología, que abstrae los sufrimientos y el quebrar de las  almas que sienten lo mismo que nosotros, simples peones en el juego de otros que fingen merecer ser reyes. El ego, que multiplicado, ansía y preludia el terror. La banalidad, del mal que ríe lo que destruye y del bien que finge lo que anhela impotente. La soledad que acosa los fantasmas irreales que pueblan las horas lentas de la gente y envenena su falta de sentido.

La extrañeza gobierna la masa y su confusión la dirige hacia territorios sombríos. Ser individuo es difícil y pertenecer a la tribu, exigente y desalmado. Contra la cumbre escarpada, miran la noche y se estremecen contra el cielo sin estrellas. Ciegos, buscáis el lenitivo, el antídoto que dé al desamparo un olvido. Rota y desquiciada, la marea busca rocas contra las que romperse y no encuentra el ideal grandioso que otorgue bravura a su desesperado empuje. Tristes, buscamos en grupo lo que en el ser humano puede salvarlo todo. No es fácil y exige sacrificio, aceptación y olvido, un precio que pagar y una voz que ahuecar en su formulación, tan sencilla y tan llena de espinas: la verdad.